BIENVENIDOS

Hola amigos del planeta, bienvenidos a este sitio, en el que encontrarán textos originales del autor, cuentos y poemas, algunos de los cuales están escritos en náhuatl debido a que en el municipio de Rafael Delgado, Veracruz, México, aún se conserva esta lengua nativa de estos lares.(Pedro Enríquez Hdez.)



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28 jun 2009




EL SOSPECHOSO


1



El padre Esmerado había salido temprano y en realidad nadie sabía a dónde había ido. Un día antes, durante la misa dominical, dijo que se preocupaba por los robos y asaltos que se presentaban en el país.


-Ya no respetan ni las iglesias -dijo-, pero qué bueno y gracias al Señor que aquí en esta iglesia nunca nadie nos ha robado.


Pero esa mañana todo el mundo se preguntaba a dónde iría el cura. Su auto no estaba en la cochera, su ropa estaba en orden, su celular estaba ahí, sus anteojos, su maleta… todo estaba ahí.


-Bueno –expresaron las dos monjas-, el padre Esmerado tiene derecho a darse su escapada.


Pasaron tres días y el cura llegó de nuevo al pueblo. Su sorpresa fue grande: en la caja fuerte de la iglesia habían desaparecido cien mil pesos durante su ausencia. Lo primero que hizo fue llamar a las monjas e insinuar sospechas que el robo había sido perpetrado por ellas. Flavina –la monja más joven y menos fanática en su religión- se incomodó por las insinuaciones del párroco y fue a la Agencia del Ministerio Público a presentar denuncia.


-¿Usted es la propietaria del dinero que desapareció? Preguntó la autoridad.


Flavina quedó triste y preocupada por no poder presentar la denuncia ya que el resguardo del recurso robado estaba a cargo del padrecito Esmerado.


-Padre –expresó la religiosa- el agente del Ministerio Público dice que la persona indicada para denunciar el robo es usted.


-No, hija –apuntó el párroco-. Yo no quiero escándalos. El pueblo está en santa paz, gracias a nuestra labor religiosa y sinceramente no quiero levantar escándalos.


Al siguiente día el sacerdote llamó a todos los que colaboran en la iglesia, desde algunos feligreses que frecuentaban a ese sitio sagrado, topiles, mayordomos hasta las mismas monjas. Todos expresaron no saber nada al respecto. Nunca a nadie vieron sospechoso durante la ausencia de Esmerado. El lugar donde se ubicaba la caja fuerte siempre estuvo cerrado bajo llave. Nadie tenía acceso.


Sin embargo, el padrecito en todo momento insinuó que las autoras de la desaparición del dinero eran las monjas, fundamentándose en el hecho de que en el sitio del robo dejaron tirada una dona para recoger cabellos.


“El robo, sin duda, había sido cometido por mujer o mujeres”, pensó.


¿Quién realmente había sido el autor de ese robo? El dinero desapareció cuando el padre Esmerado había salido durante tres días. Sin lugar a dudas no fue él quien robó. Porque ¿cómo realizar semejante acción estando ausente?¿Cómo perpetrar semejante acto sabiendo que es pecado, pues el Decálogo es muy claro al decir No robarás?


Pero es verdad que el resguardo del dinero estaba a cargo del cura. La llave para abrir la caja fuerte con ciertas combinaciones ha estado siempre en manos del sacerdote. Cuando le pidió una de las religiosas que presentara denuncia del robo para deslindar responsabilidades, el párroco se negó.
Ja, pero el dinero no era de él, era del pueblo. Un dinero que se había juntado con la aportación de los más pobres, quienes creyendo que de esa forma servían a Dios, daban unas monedas al sacerdote aunque algunas veces se quedaban sin comer.


2


-Padre, venga usted a comer –dijo la cocinera-; ya está su comida.


-No doña Esmeralda, esta vez no quiero comer.


La cocinera se acerca al cura. Y poniendo en práctica el mandato divino, abraza al sacerdote y le da un beso en los labios y le dice:


-¿Y ahora por qué no quiere comer, padre?


-Cállate, no me preguntes. Estoy molesto.


Después de un prolongado silencio, agregó:


-No entiendo quién nos roba las limosnas. Hace ocho días que vacíe las alcancías de todos los santos y al revisarlas ahora las encontré igual de vacías. ¡Cristo Jesús! Ahora no sé con qué pagaré la colegiatura de mi hija… mmm perdón, de mi sobrina.


-Padre, olvídese de eso por el momento –calmó doña Esmeralda-, recuerde que el Señor hace milagros.


-Tienes razón, hija; con un Padrenuestro el dinero aparecerá en alguna parte.


“Je je je je, si papi, digo padre” –pensó la cocinera-, “por ejemplo, podrá aparecer mañana en tu caja fuerte, je je je”.


3


Molesto porque ya no recibía dinero de la autoridad municipal, tal como habían acordado, Esmerado entró casi en forma violenta a la oficina del alcalde y espetó religiosamente:


-Hijo de… Dios. Sí. Así es. Hijo de Dios… ¿Qué pasó? ¿Por qué te has olvidado de mí? Hace un año bien que nos entendimos. Todos los impuestos que pagaron los vendedores ambulantes fueron para ti y a mí me diste lo que se recaudó por el pago de las entradas en las corridas de toro. ¿Y ahora qué pasa hijo?


El munícipe quiso responder, pero el cura no le permitió y siguió hablando.


-Ahora te estás pasando. No sólo no me diste lo de las entradas, sino que me fregaste cobrando tú los locales de los vendedores ambulantes que se colocaron al frente del atrio de mi parroquia. Además, te diste el lujo de pintar con el color de tu partido el poste donde vuelan los artistas papantecos.


-Ah, bueno –exclamó el alcalde, acariciándose nerviosamente sus bigotes de morsa vieja. Luego agregó:- ahí señor sacerdote hicimos un acuerdo.


-Sí, eso sí, pero si tú no cumples con ese acuerdo, de inmediato vas ahora mismo a despintar el poste; de lo contrario no te dejo que sigas con tu proselitismo político en el atrio.


-Está bien, señor cura, está bien. Por el momento le doy este pequeño adelanto.


-Je je je je, así se habla hijo. Te juro que te aseguras el reino de los cielos con esta importante generosidad que haces con este humilde intermediario divino.

4


Llegó el sábado y el albañil tenía que echarse una cerveza. Desde luego necesitaba un acompañante para libar. Él y su amigo quisieron romper la monotonía de siempre. Acordaron ir a tomar sus cervezas a un tugurio de Tecamaluca. Al entrar se llevaron una sorpresita: el padre Esmerado estaba ahí, sentado en un taburete del lugar, pero no estaba solo, estaba acompañado por una dama. El trabajador de la construcción lo reconoció enseguida a pesar de que el párroco se había puesto una gorra en la cabeza.

-Padre, ¿y usted qué hace aquí?

-Estás equivocado, yo no soy padre –respondió molesto-, me confundes, yo no soy padre –repitió.

Al poco rato, el sacerdote desapareció. Salió por una puerta posterior del tugurio y abordó un taxi que lo estaba esperando. Huyó. 


DIÁLOGOS ESCOLARES (Náhuatl)

DIÀLOGOS ESCOLARES
(Español Náhuatl)


Docente-docente

I

Dos profesores se encuentran cuando iban rumbo a su escuela, se saludan y platican:

-Hola, maestro, buenos días.

-Buenos dìas.

-Qué tal, qué dicen los niños, ¿cómo van en sus clases?

-Bueno, pues van todos bien, creo que nadie reprueba.

-Ah, que bien, yo tengo tres alumnos que sí van a reprobar. Pero son niños que han faltado mucho y ponen poca atención en el aula.

-Bueno ahí no es problema de usted, sino que son alumnos incumplidos así que no se preocupe.

-Ja ja ja, eso sí maestro, gracias por animarme, lo tomo muy en cuenta.

II

-Maestro, ¿usted no sabe si mañana habrá clases?

-Si lo sé. Mañana no habrá clases.

-¿Por qué oiga?

-Las autoridades así ordenaron, dicen que hay una enfermedad muy fuerte llamada influenza.

-Ah, eso escuché hoy en la mañana, dicen que ya murieron muchos con esa enfermedad.

-Sí, por eso mañana no habrá clases.

-Está bien eso, si no podemos morir todos.

-Claro, y no queremos morir pronto.

-Ja ja ja, no.


Docente-alumno:

I


-A ver niño, por qué te peleaste con esa niña, dime por qué, habla.

El niño, cabizbajo, empezó a llorar.

-Mire usted maestro, yo no me peleo con ella. Yo iba caminando allá afuera y la niña salió corriendo del salón, no me vio y chocó sobre de mí y se fue a caer hasta allá. Ahora dice que yo le pegué, eso no es cierto maestro.

-Está bien, niño, cállate, ya no llores.

Más tarde el maestro llamó a la niña y le dijo que ya no dijera mentiras, porque eso no era correcto.

Entonces la niña dijo:

-Gracias maestro por darme buenos consejos. Ya nunca diré mentiras.

II

-Ven aquí niño, qué te pasó. ¿Por qué lloras?

-Snif snif snif, me regañó mi mamá.
-¿Por qué?¿Qué hiciste?

-Es que jugué en el suelo y ensucié toda mi ropa.

-¿Por eso te regañó tu mamá?

-Sí, me dijo que por qué hago eso, que yo no me lavo la ropa.

-Ay niño, eso es cierto. Tu mamá es la que te lava la ropa y es ella la que compra jabón. Ya no hagas eso.

-Si maestro, eso le dije a mi mamá, ya no me ensuciaré.

-Eso está muy bien.

-Sí.


Docente-padre de familia:

I

-¿Por qué no vino hoy su hijo?

-Está enfermo, maestro, está enfermo, por eso no vino a clases.

-¿Está enfermo?¿Qué tiene?

-Tiene gripa, tos y calentura.

-Ah, ayer se resfrío, vino aquí a la escuela, hizo frío y él no se cubrió bien. Por eso se enfermó.

-Si (usted), por eso se enfermó, ahora viene hasta mañana a estudiar.

-Está bien, aquí lo esperamos.

-Está bien, gracias.

II

-Te llamé para decirte que tu hijo no quiere escribir cuando viene a la escuela.

-¿Por qué apenas me dice maestro? Mi hijo siempre me dice que viene a escribir bonito.

-¿Cómo que te dice eso?¿Qué acaso no le revisas lo que viene a hacer acá?

-No, no le reviso lo que viene a hacer, todo el tiempo trabajo y casi no paro en casa.

-Mmmm, eso no está correcto. Tienes que revisarle todas sus tareas, si no, no aprenderá.

-Está bien maestro, hoy empezaré a ponerle más atención a mi hijo para que aprenda mejor.

Docente-autoridad:

I

-Que desea maestro, hable, que lo escucho.

-Gracias alcalde por recibirme. Vine a decirle que allá en nuestra escuela necesitamos muchas cosas.

-Si maestro, lo sé, ahí se necesitan muchas cosas. Con calma vamos a componer. Pero dime ¿ahora qué viniste a solicitar?

-Vine señor alcalde para decirle que no se olvide que usted prometió construirnos una escuela grande y bonita.

-Ah, eso no se me olvida, sí la construiré. No se desespere, mañana mandaré a alguien a supervisar, pasado mañana empezaremos y en tres días tendrán una escuela grande y bonita.

-Está bien señor autoridad, no me vaya a engañar otra vez.

-No, ahora si cumpliré, je je je.

II

-Soy autoridad, encargada del ramo de educación, vine a esta área escolar para saber cómo van los niños. Si aprenden bien.

-Mire usted, señor autoridad, nosotros aquí siempre nos esforzamos porque los niños aprendan bien.

-Así se necesita maestro, esfuércense y lleven adelante a los niños.

-Sí señor autoridad, no se preocupe, eso estamos haciendo.

-Bueno permíteme entrar, quiero saludar a los niños.

-Sí, entre, y vea usted cómo trabajamos.

-Sí, muchas gracias.


TLAMACHTILOYAN MONOTZALISTLI (Ispantlahtolli-Nawatl)


Temachti-temachti:


I


Ome temachtianih omoahsike ipan ohtli ihkuak oyayah kanin tlamachtilkalli, omotlahpaloke wan motlapowia:

-Itlakahtzin temachtih.

-Itlakahtzin.

-Tlen kitowa kokone, ¿kenik yawi ipan temachtitekitl?

-Kualli, kualli nochtin yawi, nikitowa amika tlaopawis.

-Ah, yoni kualli, ne nikpia eyi momachtike tlamo tlaopawiskeh. Yonme kokone amoh nochippa yawi kan temachtilkalli wan amoh kineki kualli kikakiske tlenon se kitowa.

-Yoni amoh motekitzin, yoni inteki yewan momachtike, amoh ximotekipachoh.


-Ja ja ja, yon tlamo tlamachti, tlasokamati techyolchikawa, kualli nilnektokah.


II


-Temachti ¿amo tikmatih mostla kox yeski tlamachtitekitl?

-Kema nikmatok. Mostla amo yeski tlamachtitekitl.

-¿Tleka tewatzin?

-Tekiwahke ihkon otlanawatike, kitowa nemi chikawak kokolistli itoka influenza.

-Ah, yoni onikak axan okkualkan, kitowa mieke yomikke ikan yoni kokolistli.

-Tlamo, ikino mostla amo yeski tlamachtitekitl.

-Kualli noso ihkon, tlake amo wel tinochtin timokokoske.

-Tlamo, wan amo sekineki se mikis nimah.

-Ja ja ja, amo.


Temachti-momachti:



I

-Xikita chokotzin, tleka otikmomak iwan neka ichpokatzin, techilli tleka, xitlapowa.

Chokotzin, mopachohtok, opechokah.

-Xikitieh Tlamachtih, ne amo iwan nikmomah. Ne oninenentiaya ne kiawak wan ichpokatzin okiski itech nemachtilkalli motlalowa, amo onechihtak wan nopan omotlawitek, wan ne ohwetzitoh. Axan kitowa onikmak, yon amoinelli temachtih.

-Kualli, chokotzin, ximokawa, ayekmo xichoka.

Satepa, temachtih okinotz ichpokatzin wan okilli ayekmo maistlakatih, yoni amo kualli.

Ichpokatzin ikitoh:

-Tlasokamatih temachtih ihkon kualli technanawatia. Ayekmo keman nihistlakatis.

II

-Xiwiki nikan chokotzin, tlen otimochi. ¿Tleka tichoka?

-Snif snif snif, onechawak nonantzin.
-¿Tleka? ¿tlenon otikchi?

-Onimawilti tlalpa wan oniksokineloh nochi notzotzolwan.

-¿Ikinon omitzawak monantzin?

-Tlamo, onechilli tleka ihkon nikchiwa, amo ne nimotlapakia.

-Ay chokotzin yon noso inelli. Monantzin mitztlapakia wan yen ye kikowa xapoh. Ayekmo ihkon xikchiwa.

-Tlamo temachti, ihkon onikilli nonantzin, ayekmo ni mopitzonelos.

-Ihkon noso kualli.

-Kemah.

Temachti-ihta momachti

I


-¿Tleka amo owalla axan mochokotzin?

-Mokokowa Temachti, mokokowa, ikinoh amo owalla axan omomachtiko.

-¿Mokokowa?¿Tlenon kipia?

-Tzompilti, tlatlasi wan totonki.

-Ah, yalla omoseseli, owalla nikan tlamachtilkalli, osewak wan ye amo kualli omotlakienti. Inkino omokokoh.

-Tlamo tewatzin, ikino omokokoh, axan yen mostla witz momachtikin.

-Kualli, nikan se kichia.

-Kualli, tlasokamatih.

II

-Onimitznotz nimitzilis mopilton amo kineki tlakuilos ihkwak witz nikan tlamachtilkalli.

-¿Tleka yekin techilia Temachtih? Nopilton nochippa nechilia kualtzin tlahkuilokin nikan.

-¿Kenik ihkon mitzilia? ¿Kenin te amo tikpowilia tlenon kichiwakin kikan?

-Amoh, amoh nikpowilia tlenon kichiwakin, nochippa nitekipanowa wan amoh nimoketza nokalitik.

-Mmmm, yoni amoh ihtok. Tikpia tlen tikpowilis nochi itlamachtihteki, tlake amoh, amoh wel tlatzikos.

-Kualli temachtih, axan nipewas nikittas okachi kualli nopilton pampa kualli ma tlatziko.

Temachti-tekiwa:

I

Tlentiknektikah temachtih, xitlapotie, nimitzkaktikah.

-Tlasokamati altepetlatoani otechselitiek. Oniwalla onimitzilitieko ne ipan totlamachtilkalli miek tlamoneki.

-Tlamo, temachti, nikmahtok, ompa miek tlamoneki. Yolik se tlayektlalis, ¿axan tlenon otiktlatlantieko?

-Oniwalla altepetlatoani otzilitieko amo xokilkatie otikitotiek tikchities se weyi wan kualtzin tlamachtilkalli.

-Ah, yoni amo nikilkawa, tlamo nikchiwas. Amo ximoxixikotieh, mostla nitlanawatis matlachiatih, wiwtla sekipewaltis wan ipan eyi tonalli ankipiaske se weyi wan kualtzin tlamachtilkalli.

-Kualli tekiwa, amo techkakayawas oksappa.

-Amoh, axan inelli se kichiwas, je je je.

II

-Ne ni tekiwa, noteki nikittas wapawalistli, oniwalla nikan tlamachtiloyan, nikneki nikmatis kenik yawih kokone. Koxkualli tlatzikowa.

-Xikitie tekiwa, tewan nikan nochippa se mochikawa pampa kokone kualli matlatzikokan.

-Ihkon moneki temachtih, ximochikawakan wan kualli xikinyekanakan kokone.

-Kema tekiwa, amoh ximotekipachoh, yoni tewan sekichitok.

-Techkawili noso manikalaki nikneki nikintlapalos kokone.

-Tlamoh, xikalaktie, wan xitlachixtie kenik se tekipanowa.

-Kemah, tlasokamati miek.