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Hola amigos del planeta, bienvenidos a este sitio, en el que encontrarán textos originales del autor, cuentos y poemas, algunos de los cuales están escritos en náhuatl debido a que en el municipio de Rafael Delgado, Veracruz, México, aún se conserva esta lengua nativa de estos lares.(Pedro Enríquez Hdez.)



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13 may 2011

DOS MIL DOCE


DOS MIL DOCE
   CUENTO
(El texto contiene fragmentos de profecías mayas)

El niño moja un pie y luego brinca la pequeña zanja con una corriente de agua poco cristalina. Su papá lo mira y señala con el índice de una mano hacia arriba del cerro, por donde en vez de ver algo extraño se veían pequeños árboles cargados de hojas amarillentas, de las cuales colgaban algunas gotas que caían al ritmo de una ligera lluvia.

-Por allá, hijo. Vamos rumbo a Tzoncolco.

Los cerros se veían grisáceos por la abundancia de enormes piedras y escasos árboles, lo cual hacía que el panorama se apreciara triste por la luz de un sol débil pero quemante, a pesar de que apenas iniciaba la mañana del 20 de diciembre del año 2012. La magia de la belleza natural de antes había desaparecido casi por completo por la preocupación de la gente.

Después de caminar un poco más, el niño y su papá se asomaron a un espacio más ancho el cual dejaba divisar en seguida el inicio de unas húmedas escalinatas que se extendían a mucha distancia hacia arriba, rumbo precisamente a la congregación de Tzoncolco.

-Papa, mira eso.
-Sí hijo, ese es el camino nuevo que conduce a la comunidad de Tzoncolco.
-¿Nuevo? Pero ese camino siempre ha existido, papá.
-Sí, hijo. Me refiero a que apenas construyeron las escalinatas para embellecer y adornar la vereda, y que a la vez pudiera ser un atractivo turístico.
-¿Tzoncolco como atractivo turístico?

-Así es. Es que Tzoncolco es la cuna del pueblo de Rafael Delgado. Habría que ver la historia del municipio para entender mejor que hace muchos años bajaron de esa comunidad sesenta familias para poblar Chiahualpa, lo que en la actualidad es la cabecera municipal de Rafael Delgado.

Cuando ambos empezaron a subir las escalinatas, el niño se percató que sobre ese camino corría mucha gente. Subían y bajaban sobre la infinidad de escalones que conformaban el acceso a Tzoncolco. A un lado estaba un hombre sentado junto con su hijo, ambos cubiertos por ropa deportiva y respiraban agitados como signo de haber corrido o caminado mucho. Contemplaban el movimiento de mucha gente que estaba junto a una estación del teleférico que se encontraba a pocos metros abajo.

-Papá, pero qué es eso, exclamó el niño.
-Es un sistema de transporte aéreo.
-¿Sistema de transporte? Pero se ve desde aquí que al otro lado de la barranca terminan los cables.
-Bueno, este no es sistema de transporte ordinario, sino, más bien, es un atractivo turístico también. Y usan el teleférico para acceder al otro lado de la cañada para poder entrar en unas grutas que se encuentran ahí. Y en estos momentos algunas personas no vinieron a divertirse sino a ver la forma de esconderse en esos pasadizos subterráneos. El pequeño se acercó a la orilla del camino para ver hacia abajo de la cima donde se encontraban parados. Vio a mucha gente a pocos metros, que compraban boletos para abordar el teleférico que estaba a punto de salir.

El niño con el permiso de papá bajó hasta llegar entre la gente. Tenía curiosidad de ver cómo era ese artefacto que su padre le había dicho que se llamaba teleférico. Vio que el aparato tenía un sistema compuesto por unos cables, los cuales servían para sostener las cabinas y otros estaban conectados  a un motor para moverlas.

Juanito se maravilló cuando tres cabinas empezaron a viajar suspendidas en el aire transportadas por los cables, y en cada una de ellas viajaban grupos de personas gritando tal vez de alegría o tal vez de miedo. El niño agitaba una mano para decirles adiós y la gente lo miraba sin mostrar ninguna expresión, sólo uno movió débilmente la mano.

Poco después Juanito se percató que su padre estaba ahí junto a él. Los dos quedaron mirando el alejamiento de los artefactos colgantes. Pero mientras ambos contemplaban a los lejos las cabinas del teleférico, el papá del niño se sorprendió sobremanera al percibir en la distancia otro artefacto móvil que nada tenía que ver con las cabinas. El aparato estaba casi suspendido en el aire, sin moverse. El hombre, sorprendido, le habló al operador del teleférico que se encontraba cerca de ahí.

-Ey, oiga, ¿Ya lo vio?

El operador, sin decir palabras, miró hacia donde el papá de Juanito señaló con el índice derecho. El operador siguió en silencio, pero su semblante cambió, y más que de sorpresa, parecía que sentía miedo.

* * * * * * * * * * *

Juanito junto con su papá admiraba un monumento que se ubicaba al centro del pequeño poblado de Tzoncolco. Era una torre campanario de mayor presencia dentro del sitio enclavado a cinco kilómetros de la cabecera municipal de Rafael Delgado. Los pobladores de la municipalidad consideran al monumento como construcción simbólica del pueblo. Es por eso que en la fachada principal de la torre está una placa que dice: “Tzoncolco, cuna del pueblo de San Juan del Río, hoy Rafael Delgado”.

Mientras que el niño se entretenía a ver la torre, su papá no podía concentrarse en lo que le decía su hijo. Pensaba en lo que la gente empezaba a rumorar con mayor insistencia en el sentido de que el objeto volador no identificado (ovni) había aterrizado en un campo abierto como a tres kilómetros del poblado de Tzoncolco. Hombres, mujeres y niños del lugar corrían unos hacia el monte mientras que otros ya venían de regreso, asustados por el fuerte rumor de un aterrizaje extraño.

Atraído poderosamente por los rumores, comentarios e inquietud de los hombres y señoras del lugar, el papá de Juanito tomó de la mano al niño y se dirigieron por donde la gente corría. Como a seiscientos metros del centro de Tzoncolco, sobre una vereda, entre arbustos, piedras y árboles, se encontraron con muchas personas mirando hacia arriba. 

De pronto vieron unas potentes luces que les deslumbraron a pesar de la luz del día. Al principio sintieron que un gigantesco objeto del cielo se dirigía hacia ellos a toda velocidad, pero en seguida se dieron cuenta que el objeto luminoso iba volando hacia ellos. No tenía forma de avión, o algo parecido; pasó volando sobre sus cabezas. Muchos de los presentes se hincaron y se persignaron aterrorizados, con la mirada al suelo; en tanto que algunos, a pesar del susto, se atrevieron a levantar la mirada para observar cómo se alejó aquel objeto extraño en un abrir y cerrar de ojos. Al terminar la pesadilla, la cual fue en cuestión de segundos,  todos comentaron sobre ello y se quedaron inquietos por la duda de si lo que habían visto era real.

Algunos personas que portaban celulares en seguida quisieron activarlo para dar parte a la policía, a las autoridades municipales o a algún medio de comunicación de lo sucedido, pero  se dieron cuenta que los sistemas electrónicos de telefonía celular no funcionaban. Incluso los relojes de pulso se detuvieron también en el momento en que pasó aquel objeto sobre sus cabezas. Juanito y su papá regresaron al centro del poblado muchas horas después sin poder explicar lo que había pasado, 

Pero ahí se llevaron otra gran sorpresa. A un lado del monumento al pueblo, muchas personas salían de la pequeña iglesia católica, llorando o gritando de miedo y exclamaban en forma de oración. “Señor, hágase su voluntad…si este es el fin del mundo, hágase su voluntad, Señor”. Otros salían exclamando: “Dios mío, la Virgen de Guadalupe y Jesucristo están llorando sangre”.

El padre Damían, con un semblante de susto, daba aviso a la agitada gente: “Hijos míos, hagan lo que consideren conveniente, pero creo que efectivamente ha llegado el fin de la humanidad”. “Pero para los que les queda todavía fuerza, les comunico que mañana a las ocho de la mañana habrá una conferencia sobre este asunto en la Parroquia de San Miguel, en Orizaba, en donde jerarcas de la Iglesia Católica y unos científicos italianos hablarán de lo que mañana 21 de diciembre a las cinco de la tarde sucederá en este planeta Tierra”.

* * * * * * *

A las 7:50 horas, se encontraban ya varios sacerdotes y algunos científicos en la parroquia de San Miguel de Orizaba. Todos vestían ropa informal, ni los científicos de traje ni los párrocos de sotana.

-Esto es para anunciarles de lo que hoy a las cinco de la tarde sucederá en nuestro planeta, pero todos tranquilos, dijo el padre Cristóbal. 

Agregó:

-Y para esto, cedemos la palabra al doctor en ciencias, Agostino Balestin Laurenti, activo investigador del cambio climático y afortunado receptor de mensajes del Universo.

Balestin Laurenti toma el micrófono y guarda silencio antes de emitir sus palabras. Miró a su alrededor. La parroquia estaba vacía, no había ninguna imagen religiosa, ni flores, ni velas, ni veladoras. El lugar estaba lleno de gente y se extendía hasta la parte exterior en donde estaban colocados unos enormes bafles con sonido.

Luego habló:

Hermanos y hermanas:

“El momento que se venía anunciando hace mucho tiempo por fin llegó. Lo que les voy a decir posiblemente ya algunos de ustedes conocen, pero es necesario entenderlo mejor. El mundo de odio y materialismo termina hoy 21 de de diciembre del año 2012 y con ello el final del miedo. En este día la humanidad se tendrá que escoger entre desparecer como especie pensante que amenaza con destruir el planeta o evolucionar hacia la integración armónica con todo el universo, comprendiendo y tomando conciencia de que todo está vivo y que somos parte de ese todo y que podemos existir en una nueva era de luz."

“Las condiciones naturales nos han venido preparando para esto desde hace 20 años. Desde ese tiempo manchas del viento solar cada vez más intensas se han venido registrando en la superficie del sol; desde 1992 la humanidad entró en un último periodo de grandes aprendizajes, grandes cambios. Más tarde, en 1999, comenzó una época de oscuridad que nos ha enfrentado a todos, una época de cambios para enfrentar al hombre consigo mismo para hacer que entrara al gran salón de los espejos y se mirara, que mirara y analizara su comportamiento con él mismo, con los demás, con la naturaleza y con el planeta en donde vive”.

Entre la multitud empezaron a escucharse gritos y sollozos, en el rostro de algunos de los presentes se veían escurrir algunas lágrimas en silencio.
El científico continuó:

“Y hoy también, hermanos y hermanas, terminan las religiones porque todo cambia acerca del concepto de Dios tal como veníamos entendiendo. Terminará la confusión en torno a esta energía divina. Simultáneamente más personas encontrarán la paz, aprenderán a controlar sus emociones, habrá más respeto, serán más tolerantes y compresivas y encontraran la unidad, surgirán hombres con un altísimo nivel de energía interna, personas con sensibilidad y poderes intuitivos, pero también aparecerán farsantes que solo pretenderán tener rédito económico a expensas de la desesperación ajena”.

“Pero lo grave de todo esto es que el cambio de conciencia del hombre no será gratuito. Previo a esta transformación del ser humano hemos sentido olas de calor que han aumentado la temperatura del planeta, pero faltan los cambios más drásticos, fuertes cambios climáticos, geológicos y sociales en una magnitud sin precedentes, y a una velocidad asombrosa. Serán días de racionamiento, hambre y descontento social, el comportamiento del hombre será crucial para sobre llevar el aumento general de la temperatura causada por su propia conducta inconsciente y depredadora”.

“Finalmente, hermanos y hermanas, lo  que estamos viviendo y lo que está por suceder se ha producido en varias ocasiones y, a pesar de todo, el ser humano ha sobrevivido y ha seguido evolucionando, alcanzando nuevas cotas de conocimiento y expansión por todo el planeta, con el desarrollo de grandiosas civilizaciones. Ahora el hombre dará paso a una nueva realidad de armonía; ha estado siempre convencido que el universo existe solo para él, que la humanidad es la única expresión de vida inteligente y por eso ha actuado como un depredador de lo que existe, mas el día de hoy entenderá que ha estado equivocado y no está solo en el espacio infinito”.

Algunos de los presentes mascullaban algunas palabras diciendo, “ese señor está hablando de extraterrestres”. Y el científico se daba cuenta de ello por eso siguió diciendo. “El universo que conocemos fue creado por una energía divina y esa energía está en cada uno de los seres humanos que comúnmente llamamos espíritu, que es una energía creadora hecha a semejanza de su creador, pero la humanidad de este planeta ha sido siempre auxiliada por civilizaciones de mucho adelanto intelectual y tecnológico”.

“Y lo que acontecerá hoy en unas horas será precisamente conocer todo eso, la intervención de civilizaciones extraterrestres entre la humanidad para que ésta pudiera crecer en materia de conocimientos en todos los aspectos. La humanidad recibe hoy un mensaje de esas civilizaciones que han estado muy de cerca desde épocas remotas, tal como describen los hechos narrados por la Biblia. Y como dije anteriormente, después de este hecho de gran trascendencia para la humanidad, las religiones tendrán su fin. Esta revelación devolverá la esperanza y la felicidad a los melancólicos, gracias a la luz que trae consigo ese mensaje del universo. Pero también apresurará la caída de la iglesia y de los grupos religiosos, a menos que comprendan su error y se pongan al servicio de la verdad”.

“Se habrán terminado los tiranos, se habrá acabado el hombre burlador y serán exterminados todos los que desean y practican la destrucción, la ambición insana y el mal. Es el fin de todos aquellos que han hecho creer en el pecado original y que han hecho del hombre un culpable, de aquellos que tienden lazos a quien difunda la verdad en el momento de la ‘Puerta de los Peces’, la entrada hacia el Acuario, `para tratar de salvar a las religiones tales y como existían, desatendiendo al justo, de quien dice lo que es justo, de quien dice o escribe la verdad. Como aquellos que, persuadidos de quienes defendían algo verdadero sin tratar de comprender, crucificaron a Jesús por temor de verse arruinados y aniquilados en el momento del paso hacia la era de los peces”.

Mucha gente lloraba desenfrenadamente. Algunos se colocaban de hinojos. Afuera la luz del día estaba demasiado tenue. Balestin Laurenti detuvo su plática porque los asistentes estaban demasiado inquietos y había muchos desmayados, muertos... Ya no se podía disertar. Sólo agregó las siguientes palabras.

-Bienaventurados hermanos, la luz de la nueva era ha llegado.