MUJER
Hoy es
el Día Internacional de la Mujer. Hoy te felicitan y te festejan. ¿Qué
significa realmente esto? Una cosa es que lo digan y lo griten y otra es que te
traten. Lo que requieres es libertad: libertad de pensamiento y libertad de
cargas laborales en casa. Y claro, muchas veces también libertad de salir y no
estar bajo la lupa del marido o del novio.
Hace
un ratito escuché que te felicitaban porque eras tú la que se levantaba
temprano, preparaba el desayuno, barrías, trapeabas y arreglabas a los niños
para llevarlos a la escuela. Regresabas a casa y seguías con el trabajo
doméstico: lavabas la ropa y preparabas la comida y ya estabas alistándose de
nuevo para ir a traer a los niños de la escuela… ‘por ese trabajo pesado “felicidades”,
porque eres importante’, decían.
Pero
nadie dice “felicidades, mujer, a partir de hoy repartamos la carga de la casa
y ya no sufras tú solita como burro”. ¿Qué es eso de que por ejemplo la mujer
debe plancharle la ropa al hombre, porque si no lo hace la golpean? ¿Cuántas
mujeres hoy en día no están sometidas a este régimen de trato machista?¿Cuántas
mujeres no están siendo hostigadas por los “jefes” en el ámbito laboral y
acosadas sexualmente y si no acatan las órdenes son corridas de su trabajo?
La Real
Academia de la Lengua Española define el machismo como expresión derivada de la
palabra "macho", es decir, "actitud de prepotencia de los varones
respecto de las mujeres”. Y el asunto algunas veces va más allá de lo imaginable:
se cometen feminicidios, como en el caso de Juárez. Hay gente que ve a las
mujeres como a seres inferiores. ¿Qué debemos hacer para que la mujer halle su
justo espacio social? Eliminar prejuicios no solamente en la mente humana, sino también en algunas fuentes erróneas que incitan el pensamiento machista.
En Génesis
de la Biblia, dice: “Y de la costilla que Jehová Dios tomó del
hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre”.
El hombre
antiguo y actual piensa al respecto: “si la mujer vino de mi costilla, sin mí
no es nadie”. También en el matrimonio civil se dice: la señora Juana Jiménez
de Ortiz…, porque el hombre se apellida
Ortiz. Esto es, la mujer es del hombre, es de su propiedad y, por lo tanto, le
da derecho a hacer lo que le venga en gana con ella. Mientras que el hombre,
como es hombre, varón, no puede ser propiedad de la mujer.
Desde
niños se definen las fuerzas. El niño de azul y la niña de rosado. El color rosado
es símbolo de fragilidad, de debilidad, de insignificancia.
Pero
la mujer es un ser humano, que está exactamente a la altura del hombre. Podemos
decir que el género humano está conformado por dos partes: mitad hombre y mitad
mujer. Si esto no fuera así simplemente no se hubiera perpetuado el género
humano. Y si esto es así, ¡¡¡alto!!!, la mujer es la mitad del hombre y nadie
la debe tratar de distinta manera.
Pero
muchas veces la mujer es maltratada por miedo varonil. Es una forma de aplastarla
y no dejarla que manifieste su inteligencia, sus razones, su fuerza
intelectual. Así ocurrió en la Edad Media, a las mujeres mayores que habían
acumulado conocimientos y sabiduría fueron perseguidas llamándolas “brujas” y
las acusaban de tener pacto con el diablo. Y el que lo hacía no era un marido…
lo hacía la iglesia de entonces.
La mujer
encontrará igualdad de género en la medida en que el hombre abra espacios para
ella y se le vea con respeto y se acepte que es un ser humano que está
exactamente a la altura del hombre.
En este
Día Internacional de la Mujer, deseo que las mujeres se liberen de la
esclavitud doméstica y de otras cargas y prejuicios machistas. Y ya nos hemos tardado demasiado, porque si la mujer se le permitiera ser lo que realmente es (un ser humano con todos sus derechos), hoy en día hubiésemos tenido un mundo distinto.