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Hola amigos del planeta, bienvenidos a este sitio, en el que encontrarán textos originales del autor, cuentos y poemas, algunos de los cuales están escritos en náhuatl debido a que en el municipio de Rafael Delgado, Veracruz, México, aún se conserva esta lengua nativa de estos lares.(Pedro Enríquez Hdez.)



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4 abr 2012

XOLOCHI


XOLOCHI

Xolochi se levantó temprano para ir a la manifestación en la capital Tlatzikayopan, invitado por los líderes sindicales y demás maestros, para repudiar y rechazar el programa Acuerdo de Evaluación Universal de docentes y Directivos.

A pesar de que dicho acuerdo fue pactado entre el Ministerio de Educación y el Sindicato de Maestros, muchos docentes se ofendieron con la medida de ser evaluados, porque era obvio que tenían que prepararse bien a fin de dar mejores resultados en las aulas y en la estructura educativa del país.

El pacto de evaluación contemplaba que a partir de 2012 los más de un millón 200 mil maestros de preescolar, primaria y secundaria del país fueran evaluados de manera obligatoria, debido a que el sistema educativo requería que todos los maestros se evaluaran para conocer sus fortalezas y necesidades de capacitación. Pero muchos se opusieron a este acuerdo. Por eso, Xolochi se levantó hoy preocupado por no haber encontrado solución personal a pesar de que no pudo conciliar el sueño toda la noche.

-No sé realmente qué hacer –le dijo a su esposa Kuahchimonteh.
-Haz lo que tu lógica te dicte –le respondió.

Xolochi últimamente estaba muy confundido, pues en las reuniones sus líderes azuzaban a los docentes a oponerse a las medidas del gobierno.

-El Acuerdo de Evaluación responde a medidas extranjeras –decía uno de los representantes de la educación-, y va en contra de nuestra originalidad mexicana, en contra de nuestras tradiciones, en contra de nuestras etnias…

Por eso señores, agregó, los invitamos a oponerse a este acuerdo; no es posible que por medio de la educación y de los avances tecnológicos abandonemos nuestras tradiciones y dañemos a nuestros niños y a nuestro querido pueblo. Es necesario que nos manifestemos en las calles y rechacemos al candidato a la Presidencia que representa al sistema de gobierno actual, que busca forzarnos a ser evaluados. Los invitamos a votar por el candidato del Partido Regenerador Integral quien promete a establecer, si llega al poder presidencial, un nuevo modelo educativo que no requeriría de evaluaciones para el magisterio.

¿Oponerse a los avances tecnológicos?, meditó Xolochi.

-Si es así, lo haré –expresó.
-¿Que vas a hacer? -interrogó la señora.
-Iremos a vivir lejos de aquí.
-¿Pero cómo y por qué?¿Qué pasa?

Si se trata de renunciar a la era tecnológica, vamos a vivir en alguna aldea, en alguna selva. En pocos días Xolochi y su esposa pusieron en venta todo el menaje y artículos domésticos, como televisor, horno de microondas, computadora, teléfono residencial y celulares, camas, sillas, mesas, juegos de sala, estufa… vaya, tiró hasta los encendedores y cajas de cerillos. Renunció al trabajo docente y enfocó las pilas hacia el retroceso social.

En menos de dos meses el profesor y su familia tenían una pequeña choza en la comunidad Tlankuitztempa, una selva virgen donde sólo había 23 familias viviendo de la caza y de la recolección de frutas y raíces. No había dueño del territorio y sólo había un jefe de la comunidad, el más anciano de los habitantes, quien en un principio se opuso a la presencia de los intrusos, pero que después de escuchar al maestro aceptó que se integraran al grupo social, bajo ciertos términos y condiciones.

Hoy en día el ex profesor se siente contento y feliz por haber logrado desligarse de la loca civilización, moldeada por un régimen económico llamado capitalismo salvaje. Respira tranquilo por ser congruente y haber aplicado lo que le dijeron en las reuniones de trabajo: renunciar y rechazar los avances tecnológicos.

El único problema era que tendría que vivir como los aborígenes del lugar.

-La neta estoy lejos de las hipocresías –le comentó a Kuahchimonteh-, aunque los avances tecnológicos vienen comiendo la naturaleza.