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Hola amigos del planeta, bienvenidos a este sitio, en el que encontrarán textos originales del autor, cuentos y poemas, algunos de los cuales están escritos en náhuatl debido a que en el municipio de Rafael Delgado, Veracruz, México, aún se conserva esta lengua nativa de estos lares.(Pedro Enríquez Hdez.)



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26 oct 2012

SOLITARIO


SOLITARIO

El hombre se asomó al profundo pozo y me dijo que también me asomara para ver su profundidad. Tomó una pequeña piedra y la arrojó al fondo. Tardaron varios segundos para que se escuchara el golpe de la piedra que hizo sobre el agua. Eso indicó que la perforación era enorme. “Tiene cien metros aproximadamente”, dijo don Roberto, orgulloso de haber logrado extraer agua de un terreno duro y seco. “Es puro tepetate”, dijo.

Me contó que una vez la noria era jalada por un caballo que se llamaba Centauro. Era un caballo joven y fuerte, pero una ocasión se enredó con una reata y cayó muerto. No lo pudo salvar nadie porque todos, él, su esposa e hijos, andaban afuera. Habían ido a la feria del pueblo. Por eso nadie lo vio. Cuando llegaron se dieron cuenta que el equino estaba ahí tirado, ya muerto; pero al palparlo todavía estaba el cuerpo caliente. Se percataron que el animal acababa de morir. Entre todos tomaron el acuerdo de comérselo asado.

Don Roberto nunca supo si fue por eso que su esposa y uno de sus hijos al día siguiente sufrieron un grave accidente. Dijo que ese día se levantaron temprano. Él iría a ordeñar las vacas que estaban en un establo ubicado a varios kilómetros de donde vivían. Su esposa y uno de sus hijos saldrían del pueblo tempranito para llevar al niño a la escuela de la ciudad más cercana.

Llegaron al cruce más peligroso, donde había una lámina que decía “Cuidado con el tren”. El conductor detuvo el vehículo al ver que muy cerca venían los pesados furgones del ferrocarril. Sin saber por qué, el chofer soltó el freno del autobús y pisó sin querer el acelerador. El impacto fue brutal sobre los pesados vagones. Don Roberto se quitó el sombrero y se persignó al decir que muchas personas se despedazaron por el impacto y diversos miembros de cuerpos humanos se dispersaron por todos lados.

Desde entonces –dijo- ya no uso el pozo profundo, porque cada vez que pretendo sacar agua me vienen los malos recuerdos de mi familia y de mi caballo.