DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER...
Mujer:
El
machismo te ha opacado y has sido tema polémico de muchos hombres. Que por qué
dejas el hogar y vas a la oficina a trabajar, que por qué manejas un coche
porque causas muchos accidentes.
El
machismo se deriva de tiempos antiguos. Principalmente después de Cristo. A
pesar de que Jesús en su época le dio importancia a la mujer y le dio su lugar
adecuadamente, las religiones que se derivaron de la Biblia opacaron al género
femenino.
Puede
decirse que el machismo se origina de cuestiones religiosas. Para empezar, en la
que se llama Santa Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) no existe ningún
género femenino, no figura nada que se relacione con la mujer, sino propicia al
género masculino.
En
Génesis, se narra que la mujer surgió de las costillas del varón. En Adán y Eva
se culpa a la mujer de haber obedecido a la serpiente para que comiera el fruto
del paraíso. Por ese hecho, hay personas que influidas por un excesivo
fanatismo consideran a la mujer un ser demoníaco.
A
partir de esas pobres ideas, muchas veces culpan a la mujer de que el hombre
sea mujeriego, porque ellas coquetean y ofrecen sus caricias con una habilidad
demoníaca y el varón cae con facilidad, como cayeron Adán y Eva ante las
tentaciones de la serpiente.
Actualmente
en la iglesia católica la mujer es cero a la izquierda. No existen mujeres
sacerdotas. El hombre es el elegido para desempeñar el papel de sacerdote. Pero
deber guardar celibato y no casarse, es decir, rechazar siempre a la mujer como
tal.
Ante
estas dimensiones de tintes religiosos, muchos hombres han marcado una línea
entre ambos sexos. La mujer en la casa, como esclava, y él libre como el
viento.
A
lo largo de esta historia, la mujer ha venido luchando por liberarse de la
opresión del hombre macho. En el siglo XVIII en Europa surgen los primeros
pasos de la liberación femenina. Hoy en día, sin mencionarse tanto ese
movimiento, la mujer se siente más libre y muchos hombres entendemos la actitud
de la mujer.
El
único error de algunas mujeres es confundir el verdadero objetivo de la
liberación femenina. Algunas creen que ser libre es ser como el hombre, caer en
sus vicios y enfermedades. Ser infiel, fumar, tomar alcohol y tener fuerzas
físicas para liarse a golpes con el novio o el marido.
Pero
no. Para que la mujer esté a la altura del hombre debemos verla y considerarla como
lo que es: un verdadero ser humano. Entre el hombre y la mujer no existe
diferencia más que la estructura física. En capacidad de inteligencia y
raciocinio no le pide nada al hombre. Si a lo largo de la historia ha destacado
más el hombre en los diversos saberes del conocimiento universal, ello ha sido
por el mismo menosprecio al género femenino.
Demos
por favor su espacio como un ser humano y veremos pronto también grandes cosechas
de esos preciosos seres. En este Día Internacional de la mujer, un abrazo enorme
para ti.