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Hola amigos del planeta, bienvenidos a este sitio, en el que encontrarán textos originales del autor, cuentos y poemas, algunos de los cuales están escritos en náhuatl debido a que en el municipio de Rafael Delgado, Veracruz, México, aún se conserva esta lengua nativa de estos lares.(Pedro Enríquez Hdez.)



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12 jun 2015

Pedro Enríquez Hernández, Entrevista

ENTREVISTA 

Los vecinos de Bety lo decían y lo recargaban: “Esa pobre mujer de por sí nació con su mala estrella”.

Doña Queta siempre le sugería que se acercara a Dios para que se acabara el alud de problemas que la perseguía.

Ella siempre se negaba.

Pero ahora que quedó en la calle porque sus padres adoptivos la corrieron de su casa, ella pensó seriamente en acercarse a Dios.

Fue a buscar a doña Queta, quien se dedicaba a hacer pláticas a los niños en un templo católico.

-Doña Queta, otra vez estoy en problemas.
-Ay, hija, ya te dije que debes acercarte a Dios.
-Para eso vine a verla.
-Mira, hija, vente mañana temprano. Te llevaré a misa.

En la misa Bety escucha al sacerdote decir: “Para estar bien con Dios primero deben expulsar a Satanás de su alma y luego ponerse a comer el cuerpo de Cristo y beber su sangre”. “Todos ustedes son pecadores”.

Al día siguiente Bety estaba peor. No tenía a dónde ir. Corrida de la casa de sus padres adoptivos y en la iglesia le dijeron que en su alma se encontraba anidado el diablo. Quedó muy confundida.

Doña Queta la regañó. Le dijo que era verdad que tenía en su alma a Satanás por eso se sentía mal después de ir a la iglesia.

Bety cayó en la tristeza y recordó parte de su historial. Le vino a la mente ese momento desagradable de su vida. Su madre falleció cuando la niña tenía apenas cinco años. Su padre, en vez de apoyarla, la llevó a la ciudad y la regaló con sus compadres. Y él siguió en el alcoholismo.

Sus padres adoptivos preferían más a sus hijos. Iban al colegio de paga, mientras que a la niña, a pesar de su corta edad, la pusieron a trabajar en los quehaceres domésticos.

A los dieciocho años abandonó a su familia adoptiva y regresó al pueblito donde había nacido. Buscó a sus cinco hermanos. Todos la ignoraron. Algunos le dijeron que no era hermana de ellos. El otro se encontraba ebrio cuando ella lo visitó. La quiso abusar sexualmente.

Bety no sabía leer. Se empleó de trabajadora doméstica. Entró a una escuela de primaria nocturna. Aprendió a medio leer y escribir. Ingresó a cursos de belleza en una institución de gobierno. Aprendió rápido lo básico del trabajo de estilista. Se trasladó a la ciudad de México y siguió trabajando como empleada doméstica mientras siguió estudiando belleza.

Conoció a un joven universitario. Éste le prestó libros de autoayuda. Ella los leyó con mucho deseo. La teoría la fue convirtiendo en práctica. Se casó pero no le funcionó. Aquel chico que había conocido, galán y caballeroso, contador de profesión y director de una Universidad Particular, se convirtió en un ogro a los pocos días de casarse con ella.

Bety, por ser de origen humilde, no tenía prejuicios al platicar con cualquier persona de a pie, pero Marlon, su esposo, se consideraba persona de alta alcurnia, por lo que al casarse con ella, automáticamente le prohibió que platicara con gente humilde económicamente. No debía viajar en vehículos del transporte público, sino por vehículo propio o bien mediante el servicio de taxis.

A los pocos meses la joven se separó de su esposo. Emprendió sola. Más tarde salía en las páginas de un diario local en la sección de “Mujeres emprendedoras”, debido a que Bety empezó a tener éxito en su trabajo de estilista en su sala de belleza denominada La Gioconda.

Actualmente sabe que la vida se construye a base de esfuerzos. Por necesidad aprendió diversos oficios. Aparte de su trabajo actual, ella sabe de cocina, repostería, costura y hasta de albañilería. Dice que el espíritu no tiene sexo y por eso no tiene prejuicios. Eso le ha permitido sacrificar borregos con sus propias manos y prepararlos en barbacoa. Sabe tomar cinceles y martillos para ranurar el muro e instalar  cableados eléctricos.

Tiene excelentes manos para todo lo que hace. Las personas salen agradecidas del salón La Gioconda por su trabajo profesional.

Vive sola y dice que siempre esperará al hombre que la entienda.

En la entrevista que le hizo su amiga la reportera, ella expresa lo siguiente:

-Para ti qué es Dios
-Dios es la Fe. Lo que piensas será. Es algo mágico y grandioso.

-¿A qué grupo religioso perteneces?
-A ninguno.
-¿Entonces cómo crees en Dios?

-No sólo creo en Dios, también lo siento en mí, en mi espíritu, por eso siempre trato de actuar como un ser humano, en toda la extensión de la palabra. No dañar a nadie ni destruir nuestro entorno ecológico.

-¿Eres anticuada o una especie en vías de extinción?
-Al contrario. Así como pienso y trato de vivir así será la humanidad en el futuro cuando se dé cuenta que nada hay afuera. El origen de todo viene de adentro de cada individuo, porque el espíritu del ser humano es la esencia de nuestro Creador

-¿Por qué no estás en ningún grupo religioso?
-Con todo respeto, los grupos religiosos sólo dividen a la gente. Entre los distintos grupos no se aceptan. Por ejemplo, si tú perteneces a determinado grupo, los demás integrantes te dirán hermana, pero si no estás con ellos te dirán mundana. Yo considero mis hermanos a todos, ahora si ellos no me consideran así, pues ya es problemita de ellos.

-¿Por qué crees que no hay que destruir a nadie?
-Porque todos somos uno en espíritu. Si agredes material, verbalmente o de pensamiento a alguien, te estás agrediendo a ti misma. Agrega: hay una frase que me gusta mucho que dice: “Eres tú la fuente de la abundancia, lo que das recibes”. Ahora pregúntate qué es lo que estás dando en todo momento. ¿Amor? Si es así vivirás siempre en la abundancia de amor. ¿Das odio, rencor? Vivirás y serás perseguida por el rencor.

-¿Dónde has aprendido esto?
-Parte de la experiencia de la vida, parte de los libros de autoayuda.

-¿Qué piensas de la gente que daña a su prójimo?
-Vivirán dañados siempre aunque tengan toda la fortuna del mundo.

-¿Es malo trabajar y tener dinero?
-No. Trabajar honradamente y ganarse la vida trabajando no es malo, malo es tratar de enriquecerse a base de fregar a los demás.

-¿Cómo es tu vida normal?¿Te consideras santa?
-No. Yo trabajo y convivo con los demás en forma normal. Por el rumbo de donde vivo a veces organizo a la gente para hacer algunas faenas, como limpiar las calles o recoger cacharros para generar condiciones de salud. A veces recaudamos despensas para la gente de escasos recursos de algunas colonias. Me encanta bailar en las fiestas con mis amistades.

-¿Participas en algún partido político?
-No. Soy apartidista.

Bety es alta, esbelta, cabello lacio al hombro, tez morena, ojos almendrados; es muy sonriente, alegre y bromista sin faltarle el respeto a nadie.

-¿Cuál es tu edad?
-Tengo cuarenta y cinco años.

-Te ves como de 30 o 35 años. ¿Cuál es el secreto para conservarse así?

-Salud mental y corporal a base de ejercicios diarios, sana alimentación y cero veneno al organismo, como cigarros o alcohol.

¿Qué ejercicios haces y cuánto tiempo?
Me acciono en una caminadora y en una bicicleta fija en la casa. A veces salgo a correr y a veces voy a zumba también.

-¿Conoces la tristeza?
-Claro que sí, soy un ser humano, no una piedra (se carcajea), pero son momentos muy pasajeros y esporádicos. Si eso ocurre la elimino con los ejercicios. Al oxigenarse el cerebro te devuelve el buen humor, el cerebro es el motor de los seres vivos.

-¿Estás feliz a pesar de que vives sola?
-Soy feliz y no vivo sola. Dios siempre está conmigo.
-¿Lees la Biblia?
-Casi no, me parece muy confusa.
-¿Sabes rezar?
-No rezo, oro todas las mañanas. En mis ejercicios físicos dedico unos cinco minutos para agradecer a Dios por todo lo que tengo: salud, amor, paz, tranquilidad y por el simple hecho de amanecer viva y poder respirar.

-¿Tienes miedo a la muerte?
-No. El que vive como yo –porque tiene que haber muchas personas en el mundo que piensan y viven así- está consciente que somos visitantes muy pasajeros de este mundo físico. Por eso hay que vivir al máximo todos los días porque nadie sabe qué puede pasar mañana.

-¿Ese no es miedo?
-No. Es vivir a plenitud y estar preparado siempre a lo que venga.

-Cambiando el tema ¿no te piensas casar?
-Lo haré si se presenta la oportunidad de encontrar a la persona adecuada.

-Estás hermosa y atractiva, me imagino que tienes pretendientes.

-Muchos clientes que llegan a mi trabajo, claro, varones, llegan con ese propósito. Les gradezco su interés y no pasa nada.

-Para concluir esta charla ¿qué les puedes decir a los que alcancen a leer estas líneas?

-Que busquen siempre el gran tesoro divino que todos tenemos. Así como buscan algo todos los días hacia afuera, también se interioricen y busquen la esencia del Creador en su espíritu.

-¿Alguna frase famosa interesante?
-Cuánto gozamos con lo poco que tenemos y cuánto sufrimos por lo mucho que anhelamos.