Reflexión de
Navidad y Año Nuevo 2018
ENTREVISTA
CON UN
VAGABUNDO
VAGABUNDO
De regreso de la aldea
denominada Sunagakure, que está en pleno centro del desierto, desplazándonos a
pie por la zona más arenosa del lugar, pues ni los camellos podían caminar por
ese rumbo, encontré un pequeño árbol en cuya sombra estaba sentada una persona
que al decir de él mismo era un vagabundo. Era una persona como de 35 años de
edad, de aspecto latino, de color blanco, con poco bigote y barba, el cabello
un poco rizado, ojos claros, con ropa raída y con un viejo cayado, pero se le
veía mucha vitalidad, juicio sano y fuerza normal para expresarse. Cuando nos
vio se puso de pie, se inclinó de cabeza y nos saludó con una notable sonrisa.
La verdad me sorprendió y pensé: “¿qué haría este hombre aquí, en este lejano
sitio, estando tan vigoroso pero abandonado en su aspecto?”. Fue cuando él
dijo, mirándonos con toda la calma del mundo:
-No se sorprenda, soy un
vagabundo, me llamo Tarik Izan.
Sentí pesadez y me dieron
ganas de descansar. “Siéntese”, expresó, al tiempo señaló con una mano al
suelo. De entre su bolsa vieja, también raída, extrajo unas frutas verdes y
rugosas, y me las ofreció: “Merne atwakeye”, señaló, y mordió una,
saboreándola. Empecé a comer las que me dio y en realidad eran frutas muy
suaves y ricas con sabor a naranja.
Los dos quedamos en
silencio masticando el sagrado alimento del desierto, como pensando qué nos
podíamos decir más siendo ambos desconocidos. Sólo quedamos contemplando el
misterioso lugar de dunas y de infinitas partículas de arena como si fuera la
cúpula celeste con una inmensa cantidad de estrellas.
II
Aplicando un poco el
conocimiento de un amigo, le hice la primera pregunta acerca de qué hacía ahí
en ese lugar desértico, deshabitado casi por los más resistentes animales.
Antes de que me respondiera dijo que le explicara primero que hacía yo ahí.
“Ando de viaje por curiosidad”, le balbucee. “Pues yo también ando por aquí
pero no precisamente de viaje, sino para equilibrar mis centros y vivir de
verdad”, asentó.
¿Qué es eso?, le
interrogué. Bueno, es largo de explicarte, pero yo primero viví en las pobladas
civilizaciones, trabajaba, vivía con mis padres terrenales, tenía hermanos,
pero un día decidí retirarme de ahí para poder encontrar la verticalidad de la
vida. Mire, dijo con acento muy dulce, me alejé de la vida normal para poder
hacer a un lado todo mis defectos interiores, es decir, mis entidades
negativas, como la vanidad, la ira, la envidia, la lujuria, y todo
aquello que te hace inhumano y perverso, lo que normalmente se conocen como
pecados.
Y desde aquí, no teniendo
nada, te das cuenta muy perfectamente de la perversidad del hombre. Te das
cuenta que en realidad no es hombre, sino animal con el apodo de hombre. Capaz
de lo más horrible de las destrucciones, tanto en la tierra como en el espacio.
Los que llaman extraterrestres son civilizaciones avanzadísimas muchos de los
cuales surcan los espacios cercanamente en plan de vigilancia de cualquier
asteroide capaz de destruir a la humanidad. Y el hombre-animal nunca ha
entendido eso. Nada sabe de esas civilizaciones, sino todo lo contrario:
esquizofrénico, cree permanentemente que está amenazado por seres enemigo del
espacio. Y para eso se ha preparado para destruir cualquier ser que se acerque
al planeta tierra. Si esas civilizaciones tuvieran la intención de destruir y
desaparecer la vida en este planeta ya lo hubieran hecho, pero no es así. Esos
seres nos han auxiliado en todo inspirados en el mandato divino del Creador,
también llamado Dios, Alá o Krishna, es esa Esencia Divina, Energía Creadora o
Presencia Divina en el Infinito Universo.
III
--¿Pero cuál es la
verdadera finalidad de tu estancia en este desierto? ¿Por qué vagas por estos
lares inhóspitos?, le interrogué sorprendido por lo que exponía.
El verdadero objetivo es
andar y permanecer aquí para dedicarme a destruir y eliminar los mil demonios
que cargo y que me hacen ser un verdadero animal. He emprendido una gran
rebelión en contra esas entidades que me tienen esclavizado y que no me han
dejado ser un verdadero hombre con un comportamiento acorde a la voluntad de
nuestro Padre Creador. Aquí permaneceré hasta que logre eliminar todos esos
defectos para luego regresar a las civilizaciones a compartir esta enseñanza y
ayudar a las personas que urgentemente necesitan ayuda.
--¿Y qué tiempo llevas ya
aquí haciendo este trabajo?
--Seis años. Calculo que
en un año alcanzo la meta para considerarme muerto y renacido. Sé que no te es
claro lo que digo, quiero dar a entender que me estoy muriendo psicológicamente
y en un año me muero totalmente para quedar renacido en una nueva vida, sin ego
y sin obstáculos para ser libre verdaderamente.
--Hoy es 23 de diciembre
de 2017, mañana es 24, para el cristianismo es una fecha importante porque
celebran con fiestas el nacimiento de Jesús Cristo. ¿Tú qué piensas, Tarik Izan?
--Son fiestas hermosas
pero nada tiene que ver con la verdadera fe en el Creador. Podrán hacer mil
nacimientos y mecer la efigie del “niño dios”, pero de nada sirve si en su
corazón no se da ningún nacimiento o virtud para renacer como verdaderos seres
humanos. Necesitan hacer algo más.
--¿Como qué, Tarik?
--Morir, nacer y
sacrificarse por la humanidad.
--¿Qué pasaría si no
logra hacerlo?
--De hecho ya es tarde
para hacerlo. La vida de la humanidad está a punto de colapsarse. Hemos llegado
al final. Las señales anunciadas están presentes. Los tiempos que se avecinan
son duros. El “hombre” se dedica más a atender a su cuerpo y no a su alma. Se
ha perdido en la bazofia material olvidando totalmente que es de origen divino.
Nuestro Creador por razones que no alcanzamos a entender nos envía a la tierra
para evolucionar en espíritu y volver de nuevo a nuestra morada celestial, pero
si no hay evolución venimos de regreso a pagar nuestros errores presentes y de
las vidas pasadas.
IV
El “hombre” con las
religiones se engaña así mismo que está cumpliendo con la voluntad de Dios,
pero cuánta destrucción ha hecho en “nombre” de Dios. Y de esto ni cuenta se da
porque está dormido, está en vigilia pero se encuentra dormido. Si el hombre
despertara de conciencia le daría vergüenza de lo que es: un depredador de la
naturaleza, un asesino, un borracho, un mujeriego, un violador… necesita
urgentemente despertar de su conciencia para su salvación.
Hoy en día ha acabado con
la naturaleza: selvas, bosques, ríos, lagos, mares y no para de depredar con
todo. Va tras la búsqueda del medio denominado dinero sin entender que al final
verán que el dinero no se come. Tendrán algunos la plata y el oro de todo el
mundo pero no tendrán qué comer porque toda la superficie del planeta se
volverá árida y estéril. Pero antes buscará huir al espacio exterior en busca
de otro planeta que pueda albergar vida humana, pero no podrá, porque necesita
algo más que una nave espacial.
La civilización actual
está ya en etapa destrucción. Mucha gente habla de una nueva era que se
aproxima en la que habrá una sociedad de mayor nivel de conciencia, eso es
real, pero no esta civilización que vivimos, será otra, y ésta se dará después
de que desaparezca la actual. El cambio climático que ya lo vivimos es el
principio, es el anuncio.
............
La rara entrevista termina aquí, pues las últimas palabras se escucharon con eco, como si provinieran de un gran salón. Me percaté que el personaje que se situaba a mi lado ya no estaba, yo me encontraba sentado no en el desierto, sino en un lugar sagrado, con varias luces titilantes en mi alrededor.