ENTREVISTA
Los
vecinos de Bety lo decían y lo recargaban: “Esa pobre mujer de por sí nació con
su mala estrella”.
Doña
Queta siempre le sugería que se acercara a Dios para que se acabara el alud de
problemas que la perseguía.
Ella
siempre se negaba.
Pero
ahora que quedó en la calle porque sus padres adoptivos la corrieron de su
casa, ella pensó seriamente en acercarse a Dios.
Fue
a buscar a doña Queta, quien se dedicaba a hacer pláticas a los niños en un
templo católico.
-Doña
Queta, otra vez estoy en problemas.
-Ay,
hija, ya te dije que debes acercarte a Dios.
-Para
eso vine a verla.
-Mira,
hija, vente mañana temprano. Te llevaré a misa.
En
la misa Bety escucha al sacerdote decir: “Para estar bien con Dios primero
deben expulsar a Satanás de su alma y luego ponerse a comer el cuerpo de Cristo
y beber su sangre”. “Todos ustedes son pecadores”.
Al
día siguiente Bety estaba peor. No tenía a dónde ir. Corrida de la casa de sus
padres adoptivos y en la iglesia le dijeron que en su alma se encontraba
anidado el diablo. Quedó muy confundida.
Doña
Queta la regañó. Le dijo que era verdad que tenía en su alma a Satanás por eso
se sentía mal después de ir a la iglesia.
Bety
cayó en la tristeza y recordó parte de su historial. Le vino a la mente ese
momento desagradable de su vida. Su madre falleció cuando la niña tenía apenas
cinco años. Su padre, en vez de apoyarla, la llevó a la ciudad y la regaló con
sus compadres. Y él siguió en el alcoholismo.
Sus
padres adoptivos preferían más a sus hijos. Iban al colegio de paga, mientras
que a la niña, a pesar de su corta edad, la pusieron a trabajar en los
quehaceres domésticos.
A
los dieciocho años abandonó a su familia adoptiva y regresó al pueblito donde
había nacido. Buscó a sus cinco hermanos. Todos la ignoraron. Algunos le
dijeron que no era hermana de ellos. El otro se encontraba ebrio cuando ella lo
visitó. La quiso abusar sexualmente.
Bety
no sabía leer. Se empleó de trabajadora doméstica. Entró a una escuela de primaria
nocturna. Aprendió a medio leer y escribir. Ingresó a cursos de belleza en una
institución de gobierno. Aprendió rápido lo básico del trabajo de estilista. Se
trasladó a la ciudad de México y siguió trabajando como empleada doméstica
mientras siguió estudiando belleza.
Conoció
a un joven universitario. Éste le prestó libros de autoayuda. Ella los leyó con
mucho deseo. La teoría la fue convirtiendo en práctica. Se casó pero no le
funcionó. Aquel chico que había conocido, galán y caballeroso, contador de
profesión y director de una Universidad Particular, se convirtió en un ogro a
los pocos días de casarse con ella.
Bety,
por ser de origen humilde, no tenía prejuicios al platicar con cualquier
persona de a pie, pero Marlon, su esposo, se consideraba persona de alta alcurnia,
por lo que al casarse con ella, automáticamente le prohibió que platicara con
gente humilde económicamente. No debía viajar en vehículos del transporte
público, sino por vehículo propio o bien mediante el servicio de taxis.
A
los pocos meses la joven se separó de su esposo. Emprendió sola. Más tarde
salía en las páginas de un diario local en la sección de “Mujeres
emprendedoras”, debido a que Bety empezó a tener éxito en su trabajo de
estilista en su sala de belleza denominada La Gioconda.
Actualmente
sabe que la vida se construye a base de esfuerzos. Por necesidad aprendió
diversos oficios. Aparte de su trabajo actual, ella sabe de cocina, repostería,
costura y hasta de albañilería. Dice que el espíritu no tiene sexo y por eso no
tiene prejuicios. Eso le ha permitido sacrificar borregos con sus propias manos
y prepararlos en barbacoa. Sabe tomar cinceles y martillos para ranurar el muro
e instalar cableados eléctricos.
Tiene
excelentes manos para todo lo que hace. Las personas salen agradecidas del
salón La Gioconda por su trabajo profesional.
Vive
sola y dice que siempre esperará al hombre que la entienda.
En
la entrevista que le hizo su amiga la reportera, ella expresa lo siguiente:
-Para
ti qué es Dios
-Dios
es la Fe. Lo que piensas será. Es algo mágico y grandioso.
-¿A
qué grupo religioso perteneces?
-A
ninguno.
-¿Entonces
cómo crees en Dios?
-No
sólo creo en Dios, también lo siento en mí, en mi espíritu, por eso siempre
trato de actuar como un ser humano, en toda la extensión de la palabra. No
dañar a nadie ni destruir nuestro entorno ecológico.
-¿Eres
anticuada o una especie en vías de extinción?
-Al
contrario. Así como pienso y trato de vivir así será la humanidad en el futuro
cuando se dé cuenta que nada hay afuera. El origen de todo viene de adentro de
cada individuo, porque el espíritu del ser humano es la esencia de nuestro
Creador
-¿Por
qué no estás en ningún grupo religioso?
-Con
todo respeto, los grupos religiosos sólo dividen a la gente. Entre los
distintos grupos no se aceptan. Por ejemplo, si tú perteneces a determinado
grupo, los demás integrantes te dirán hermana, pero si no estás con ellos te
dirán mundana. Yo considero mis hermanos a todos, ahora si ellos no me
consideran así, pues ya es problemita de ellos.
-¿Por
qué crees que no hay que destruir a nadie?
-Porque
todos somos uno en espíritu. Si agredes material, verbalmente o de pensamiento
a alguien, te estás agrediendo a ti misma. Agrega: hay una frase que me gusta
mucho que dice: “Eres tú la fuente de la abundancia, lo que das recibes”. Ahora
pregúntate qué es lo que estás dando en todo momento. ¿Amor? Si es así vivirás
siempre en la abundancia de amor. ¿Das odio, rencor? Vivirás y serás perseguida
por el rencor.
-¿Dónde
has aprendido esto?
-Parte
de la experiencia de la vida, parte de los libros de autoayuda.
-¿Qué
piensas de la gente que daña a su prójimo?
-Vivirán
dañados siempre aunque tengan toda la fortuna del mundo.
-¿Es
malo trabajar y tener dinero?
-No.
Trabajar honradamente y ganarse la vida trabajando no es malo, malo es tratar
de enriquecerse a base de fregar a los demás.
-¿Cómo
es tu vida normal?¿Te consideras santa?
-No.
Yo trabajo y convivo con los demás en forma normal. Por el rumbo de donde vivo
a veces organizo a la gente para hacer algunas faenas, como limpiar las calles
o recoger cacharros para generar condiciones de salud. A veces recaudamos
despensas para la gente de escasos recursos de algunas colonias. Me encanta
bailar en las fiestas con mis amistades.
-¿Participas
en algún partido político?
-No.
Soy apartidista.
Bety
es alta, esbelta, cabello lacio al hombro, tez morena, ojos almendrados; es muy
sonriente, alegre y bromista sin faltarle el respeto a nadie.
-¿Cuál
es tu edad?
-Tengo
cuarenta y cinco años.
-Te
ves como de 30 o 35 años. ¿Cuál es el secreto para conservarse así?
-Salud
mental y corporal a base de ejercicios diarios, sana alimentación y cero veneno
al organismo, como cigarros o alcohol.
¿Qué
ejercicios haces y cuánto tiempo?
Me
acciono en una caminadora y en una bicicleta fija en la casa. A veces salgo a
correr y a veces voy a zumba también.
-¿Conoces
la tristeza?
-Claro
que sí, soy un ser humano, no una piedra (se carcajea), pero son momentos muy
pasajeros y esporádicos. Si eso ocurre la elimino con los ejercicios. Al
oxigenarse el cerebro te devuelve el buen humor, el cerebro es el motor de los
seres vivos.
-¿Estás
feliz a pesar de que vives sola?
-Soy
feliz y no vivo sola. Dios siempre está conmigo.
-¿Lees
la Biblia?
-Casi
no, me parece muy confusa.
-¿Sabes
rezar?
-No
rezo, oro todas las mañanas. En mis ejercicios físicos dedico unos cinco
minutos para agradecer a Dios por todo lo que tengo: salud, amor, paz,
tranquilidad y por el simple hecho de amanecer viva y poder respirar.
-¿Tienes
miedo a la muerte?
-No.
El que vive como yo –porque tiene que haber muchas personas en el mundo que
piensan y viven así- está consciente que somos visitantes muy pasajeros de este
mundo físico. Por eso hay que vivir al máximo todos los días porque nadie sabe
qué puede pasar mañana.
-¿Ese
no es miedo?
-No.
Es vivir a plenitud y estar preparado siempre a lo que venga.
-Cambiando
el tema ¿no te piensas casar?
-Lo
haré si se presenta la oportunidad de encontrar a la persona adecuada.
-Estás
hermosa y atractiva, me imagino que tienes pretendientes.
-Muchos
clientes que llegan a mi trabajo, claro, varones, llegan con ese propósito. Les
gradezco su interés y no pasa nada.
-Para
concluir esta charla ¿qué les puedes decir a los que alcancen a leer estas
líneas?
-Que
busquen siempre el gran tesoro divino que todos tenemos. Así como buscan algo
todos los días hacia afuera, también se interioricen y busquen la esencia del
Creador en su espíritu.
-¿Alguna
frase famosa interesante?
-Cuánto
gozamos con lo poco que tenemos y cuánto sufrimos por lo mucho que anhelamos.