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Hola amigos del planeta, bienvenidos a este sitio, en el que encontrarán textos originales del autor, cuentos y poemas, algunos de los cuales están escritos en náhuatl debido a que en el municipio de Rafael Delgado, Veracruz, México, aún se conserva esta lengua nativa de estos lares.(Pedro Enríquez Hdez.)



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26 mar 2009

HOMBRE, DESPIERTA

Hombre inconsciente de este siglo,
abre los ojos que vas al precipicio;
sólo te quejas de los problemas,
siendo tú mismo el que los crea.

Mira a tu alrededor:
estás dejando una estela destructiva.
¿No sabes cuál es tu misión en la Tierra?
Viniste a cumplir una estancia pasajera,
para mejorar y evolucionar tu espíritu,
no para amasar fortunas
a costa de destruir tu ambiente.

Despierta ya,
que hoy caminas inconsciente
como zombi manipulado por tu propio ego,
creyendo que las cosas materiales
son el fin de esta vida.

Mira a tu alrededor:
cuánta corrupción, basura,

chatarra, humo... ambición.

Mira los bosques, ríos, selvas y lagos;
el ego te hace pensar que avanzas
cuando día a día envejeces y te pudres
sin evolucionar nada en tu espíritu.

Hombre, detente y despierta:
observa la todavía bella naturaleza
y haz algo por ella.

No te maravilles haciendo familias enormes,
que muchos niños de hoy sufrirán más tarde
la escasez de agua y de alimentos.

No te quejes por el desempleo, por las guerras,
asaltos, secuestros, narcotráfico y por la carestía;
la causa eres tú mismo,
que sin frenos traes al mundo
a niños sin pensar en su futuro.

Piensas que tu ego y tu ambición
te llevan al éxito,
que es tener todo,
pero el error es grande.
Hay hombres pobres
que lo único que tienen es dinero.

Despierta y abre los ojos,
sacúdete de tus ciencias, religiones
y partidos políticos.

Observa, todos son hermanos
divididos por fronteras nacionales,
sociales, religiosas, políticas y raciales.

Da tristeza verte que destruyes bosques
contaminas mares y aire
para sentirte “feliz”.

Hoy tal vez te ríes o te incomodas
al escuchar palabras como éstas.
pero tal vez algún día despertarás.

Cuando se sequen los últimos ríos,
selvas y lagos, verás entonces
que el dinero no se come.

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